Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
EL SEÑOR CABELLOS DE FUEGO II
La segunda parte de la más extraña trilogía de la literatura fantástica, publicada por entregas.
30 de Noviembre, 2011    General

CLXXV

CLXXV

       No había sencillo, para Balduino, dar con Gudrun ese día. No la había hallado en los sitios donde ella acostumbraba pastorear a la majada, sino en otras dehesas situadas Duppelnalv arriba. Previamente, el pelirrojo había dado en cambio con Kurt y su rebaño de renos.

         -Todo un personaje, este Kurt-comentó Balduino-. Debe haber notado que mi ánimo no era exactamente el mejor, porque me recomendó de su parte que me trataras muy dulcemente...

         -Ah, no-explicó Gudrun-: eso porque sabe con qué intenciones llevo un tiempo pastoreando por aquí. Creo habéroslo comentado alguna vez: en esta zona hay una colmena de abejas que hacen una miel muy rica...

        -...y prometiste que me la harías probar-recordó Balduino, sonriendo con espontáneo deleite.

          -Así es... Y se me ocurrió que era muy probable que vinierais un día de éstos y que, por lo tanto, sería buena ocasión para dárosla de probar... Si os apetece, claro.

         -¡Seguro! ¡Me encantaría probarla!-exclamó Balduino, entusiasta.

           Había una genuina expresión de gula en su semblante; sin embargo, lo que más lo tentaba era la idea de recibir de Gudrun una atención especial. Sólo ella y Kurt sabían lo de la colmena en cuestión; ahora, también él sería partícipe del secreto.

         Copito de Nieve había balado todo el tiempo sin parar, incluso mientras zagala y Caballero hacían el amor. Estaba verdaderamente insufrible, y Gudrun decidió soltarlo por fin, con la esperanza de que se calmase y los dejara en paz, lo que hasta cierto punto no era más que un decir: podrían evitar que los siguiera el resto del rebaño, pero a él tendrían que resignarse a llevarlo a la rastra, pegado a ellos con ahínco digno de una sanguijuela.

            No era muy del agrado de Gudrun dejar solos a sus animales; sin embargo, no había la menor señal de que hubiese lobos u otros depredadores en las cercanías. Rara vez volaban grifos en torno a la zona, y cualquier otra fiera tendría que provenir del bosque; y como al borde del bosque tendrían que ir Gudrun y Balduino, con suerte se toparían con cualquier eventual carnívoro antes de que éste diese con el rebaño.

         De todos modos, no tuvieron que alejarse demasiado. Balduino siguió a Gudrun, y ambos atravesaron la linde del bosque con Copito de Nieve a la zaga. El hecho de que su novia lo hiciera cómplice de algo sabido por tan pocos sobredimensionaba las emociones del pelirrojo, quien vivía todo aquello como lo haría un niño. Era como si se lanzaran ambos a una gran aventura, al final de la cual los aguardase un gran tesoro. Tales circunstancias hacían que todo tuviera un cierto sabor a magia: la luz filtrándose entre las copas de los robles, hayas y encinas, que eran allí los árboles predominantes; los gorjeos de distintas especies de aves entremezcladas en cristalina y misteriosa cacofonía; el crujido de la hojarasca bajo las botas...

          Balduino divisó una ardilla roja en la rama de un roble, desapareciendo asustada de los ojos de los visitantes. Reprimió el aliento al verla, como si aquel animalito fuera nuevo para él.

         -Aquí es, señor Cabellos de Fuego-dijo al fin Gudrun.

           Balduino miró hacia todas direcciónes. ¿Aquí?...No veía nada... O al menos no lo hizo, hasta que Gudrunse adelantó un poco y apartó ciertos helechos, acamándolos, y exponiendo así algo que parecía el pedestal de una estatua cubierto de enredaderas y que, al mirarlo mejor, resultó ser la parte inferior de algún viejo árbol derribado, el tocón de un olvidado y ya desaparecido gigante del bosque.

           Con sumo cuidado, Gudrun hizo a un lado las enredaderas, y en medio de esta tarea se volvió hacia Balduino, le guiñó un ojo y sonrió antes de proseguir con lo suyo. Mucho antes de entrever la oquedad oculta por la enredadera, Balduino vio dos o tres abejas revoloteando en torno a Gudrun... Y recordó, en el momento en que ella se disponía a introducir la mano en el hueco, que en muchas historias los tesoros estaban siempre custodiados por temibles dragones.

            -¡NO!-gritó de improviso.

         Gudrun se llevó un susto de muerte; literalmente, pegó un respingo como para alcanzar lo más alto de la copa del árbol más próximo, mientras Balduino llegaba junto a ella a grandes zancadas. Horrorizada, miró a su alrededor, persuadida de que había, como mínimo, un monstruo de pesadilla acechándolos, aunque reconfortada de que Balduino hubiese detectado el peligro y permaneciera junto a ella, listo para defenderla. Fue ésa una de las poquísimas veces que Gudrun se alegró de veras de tener a su lado a un hombre fuerte que la protegiese... Lástima que eso fue hasta que se dio cuenta de que Balduino no echaba mano a sus armas; hasta que advirtió, con creciente enojo, de qué forma la abrazaba y le hablaba él, ciertamente con mucha ternura, pero un tipo de ternura que a ella solía impacientarla y amenazaba ahora con dejarla bullendo de rabia... Porque Balduino tenía un noventa por ciento de noble, protector y gentil Caballero, sí, pero el problema era el diez por ciento restante...

           -Un momento, señor Cabellos de Fuego-dijo la joven, sin alzar la voz, sin mostrar enojo ni separar el abrazo, pero ya en un tono severo que no se molestaba en ocultar que maliciaba algo que no le gustaba nada-: ¿puede saberse qué diantre sucede aquí?...

           Balduino, quien todo el tiempo había tratado de explicarle a Gudrun, advirtió de repente que había hablado mucho sin decir nada.

            -Querida, es muy imprudente eso que haces... No debes acercarte a una colmena de abejas sin las debidas precauciones-respondió.

          Gudrun, quien ya venía barruntando una zoncera por el estilo, pero con la esperanza de equivocarse, tenía ahora ganas de estrangularlo.

            -¡Jesús!...-gritó-. ¿Y por salvarme de unas pobres abejas estuvisteis vos mismo a punto de matarme del susto? ¿Era realmente necesario, señor Cabellos de Fuego?

          -No hables de las abejas con tanta ligereza. Son insectos muy peligrosos.

         Gudrun estaba ya en ebullición, un poco harta de ir de tontería en tontería. Separó el abrazo y quedó rígida ante él, mirándolo a los ojos y señalando hacia el colmenar con la mano izquierda.

            -¡Son sólo abejas, no Wurms!-exclamó-. Abejas, ¿entendéis, señor Cabellos de Fuego?: ¡A-BE-JAS!...-y como Copito de Nieve, siempre en pos de Balduino, no estaba conforme con no recibir de éste otra ración de mimos igual a la obtenida por Gudrun y no paraba de balar en lo que, sin duda, consideraba un justo reclamo de lo que le correspondía, su joven pastora perdió toda paciencia:COPITO DE NIEVE, CÁLLATE!-rugió furibunda.

           Todavía más la irritó mirar de nuevo a Balduino, en cuyo semblante se leía comprensión y condescendencia hacia una mujer que perdía los estribos por nada, como era frecuente en el sexo débil. Gudrun se preguntaba si él era capaz de advertir que, en este caso, el sexo débil se disponía a tronar como para que toda una panda de feroces ogros saliera huyendo presurosa a lo profundo de los bosques, sin atreverse a salir de allí en cuando menos medio siglo. Ese diez por ciento... ¡Aquel maldito diez por ciento!...

Palabras claves , , , ,
publicado por ekeledudu a las 13:33 · Sin comentarios  ·  Recomendar
 
Más sobre este tema ·  Participar
· CCXX
Comentarios (0) ·  Enviar comentario
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>,
<li>· Lista</li>
SOBRE MÍ
FOTO

Eduardo Esteban Ferreyra

Soy un escritor muy ambicioso en lo creativo, y de esa ambición nació EL SEÑOR CABELLOS DE FUEGO, novela fantástica en tres volúmenes bastante original, aunque no necesariamente bien escrita; eso deben decidirlo los lectores. El presente es el segundo volumen; al primero podrán acceder en el enlace EL SEÑOR CABELLOS DE FUEGO I: INICIO. Quedan invitados a sufrir esta singular ofensa a la literatura

» Ver perfil

CALENDARIO
Ver mes anterior Mayo 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031
BUSCADOR
Blog   Web
TÓPICOS
» General (270)
NUBE DE TAGS  [?]
SECCIONES
» Inicio
ENLACES
» EL SEÑOR CABELLOS DE FUEGO I: INICIO
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad